lunes, 30 de enero de 2012

Un disparo lejano. 1909 Campaña del Rif.

La verdad es que viendo los materiales que utilizamos en nuestro tiempo para fabricar nuestras armas, nuestras ópticas y nuestras municiones añade más valor si cabe, a acciones como las realizadas por los soldados españoles en el verano de 1909 durante la denominada "Campaña del Rif". Digo esto porque los que no dedicamos a "pegar tiros", aunque suene poco aceptable para algunos (políticamente hablando). Nos enorgullece conocer que camaradas nuestros en combate han realizado disparos realmente difíciles, en tiempos en  los que las "ayudas tecnológicas" no existían. Para ello os aconsejo leer el artículo "Un Francotirador español en África" del número 16 de la revista Ares.
Mientras intentáis buscar el artículo os haré llegar alguno de párrafos más interesantes:

"Corría el día 25 de agosto de 1909 cuando una compañía del Batallón de Llerena se hallaba apostada en la posición llamada El Lavadero que era constantemente hostigada por tiradores rifeños apostados en las alturas de Benimar. Ese día, un joven Capitán, entre nervioso y cabreado por el constante paqueo, divisó a lo lejos uno de los tiradores apostados y pidiendo el fusil,uno cualquiera,al azar, de uno de sus soldados apuntó, disparó a una enorme distancia y acertó en el blanco. Sus soldados, con esa confianza que da el compartir trinchera,estaban espectantes, quizás la mayoría considerando imposible el disparo, esperaba que el Capitán fallara para reírse un poco, respetuosamente claro. Cuando, tras unos segundos del disparo, vieron caer al moro que hacía de blanco. "El Capitán había dado a aquel cabrón"."

En este interesante artículo de Jaime Latas Fuertes se marca dicha distancia en 1500 metros y que el disparo impacta en la cabeza del moro. Indudablemente hay referencias en la prensa de la época como la acaecida en el Heraldo de Aragón donde el Capitán Valenzuela comenta:

"En una de las agresiones a la posición de Lavadero donde nos encontrábamos,vi un moro que hacía fuego a 1500 metros de distancia. Pedí un fusil, afine bien la puntería y le metí un tiro en la cabeza. Todo esto no demuestra mi valor, porque yo estaba a kilómetro y medio de los moros;lo único que prueba es que no tengo mala puntería".

Espero haberos puesto los dientes largos  y que podáis disfrutar del resto del artículo. Donde se relatan más acciones como la del Cabo Hermenegildo Castero Ruiz quien mata a dos moros de un solo disparo.
Buena caza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario