Según publica Infodefensa:
La instrucción 70/2009, firmada por el JEMAD, general José Julio Rodríguez Fernández, regula el diseño, composición y utilización del uniforme y equipo de campaña en las Fuerzas Armadas españolas y en la práctica implica que los soldados españoles se unirán a los de otros múltiples países como Estados Unidos, Reino Unido o Canada que ya han introduciendo el camuflaje pixelado.
Según estudios militares, el pixelado consigue engañar a la corteza cerebral, de modo que se vería predominar en el uniforme el color más parecido al entorno en el que se encuentra el militar que lo porta, facilitando así su camuflaje.
La normativa indica que el próximo uniforme español, "cumplirá la normativa nacional e internacional que garantice la interoperatibidad con el de otras Fuerzas Armadas de la OTAN (AECTP-200 para el patrón boscoso y STANAG 4563 para el árido/urbano)", además de permitir "la vida, el movimiento y el combate del personal de los distintos terrenos y ambientes climatológicos en que se desarrollen las operaciones".
Resalta, asimismo, que "deberán predominar la ligereza y confort sin menoscabo de la resistencia de los tejidos a la rotura y abrasión, y protegerán al usuario de las condiciones meteorológicas adversas".
Prescribe que los nuevos uniformes españoles "proporcionarán un camuflaje efectivo en cualquier ambiente" y "soportarán y protegerán de la exposición prolongada a las radiaciones solares; y las prendas del uniforme no serán ajustadas al cuerpo, aunque sí lo suficiente para prevenir la entrada de polvo; y el uniforme se utilizará sin ceñidor".
En lo que a los uniformes específicos para clima extremadamente frío y clima tropical, en ambos casos, su patrón mimético será el mismo que el de campaña boscoso.
Uniforme unitario
El nuevo uniforme será unitario, es decir, que será utilizado por los tres ejércitos -tierra, mar y aire-. La instrucción del JEMAD lo justifica en razón de "el carácter conjunto de las operaciones, la experiencia en las misiones en el exterior y la eficiencia en la gestión de los recursos financieros". Así, el nuevo soldado español en uniforme de combate, a partir de esta instrucción, ofrecerá el mismo aspecto que el norteamericano: tanto en tierra, mar o aire, un dos piezas de camuflaje pixelado, suelto en la cintura, de color gris en medio árido y urbano, o de color verde en medio boscoso. Los nuevos uniformes irán sustituyendo a los actuales paulatinamente.
Modelo estadounidense
Según fuentes militares consultadas por la cadena radio COPE, desde principios de los años 80, cuando abandonó su característico uniforme de faena color arena, el ejército español siempre ha seguido el patrón norteamericano: primero con los uniformes verde oliva, después con los de camuflaje "woodland", que eran los vigentes hasta ahora. Es verdad que el camuflaje woodland, pensado para un entorno natural europeo u oceánico, se adapta mal a las exigencias del medio árido de Afganistán o Irak, por ejemplo. Pero, en general, los países de la OTAN en misión en tales escenarios, aunque hayan adaptado sus uniformes de combate para tales misiones concretas, no han variado su uniformidad en sus países de origen.
Por otro lado, la elección del Ministerio de Defensa español -en realidad, simple eco del Pentágono- plantea una interesante cuestión técnica acerca del tipo de camuflaje más idóneo para misiones de combate. Básicamente, hay dos modos de entender el camuflaje: o como mimetización del combatiente en el entorno natural, o como difuminación de la imagen del soldado a ojos del enemigo. El camuflaje tradicional, inventado por italianos y alemanes en la segunda guerra mundial, apuntaba a la mimetización: por eso la ropa imita las formas y colores de la naturaleza. Sobre ese modelo, el uniforme pixelado ofrece la ventaja de difuminar la imagen: al descomponer en una gama cromática limitada la figura del soldado en movimiento -del mismo modo que se pixela una foto, por ejemplo-, la corteza cerebral del enemigo queda engañada y a éste se le hace más difícil acertar en el objetivo.
En la instrucción, en general Rodríguez destaca que "las nuevas misiones de las FAS, el carácter conjunto de las operaciones, la experiencia en las misiones en el exterior y la eficiencia en la gestión de los recursos financieros, pusieron de manifiesto la necesidad de disponer de la mejor uniformidad y equipo de campaña, sin que existan diferencias por razón del ejército de procedencia del personal".
Buena caza.
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